Más allá de la importancia del conocimiento teórico o académico en el desarrollo de proyectos de infraestructura, el nivel de expertise mínimamente requerido para prestar servicios en este área sólo se alcanza cuando aquél es complementado, en la práctica, con la experiencia de años de trabajo; preferentemente en diferentes partes del mundo.
En IGU, aplicamos el conocimiento y experiencia internacionales al diseño de soluciones locales.
La experiencia en la cancha deportiva permite, además, conocer sus medidas exactas, la fuerza y la orientación a aplicar para no errar el pase, o el salto o aplicar en el momento exacto el último respiro del corredor, logrando entrar en el límite mediante el mejor aprovechamiento de los recursos del entorno. En el campo de los proyectos de infraestructura, conocer directamente los entornos, realidades y necesidades sobre las que corresponde actuar, permiten aprovechar al máximo las posibilidades de cada entorno volviendo propicias condiciones que, para otros, resultan adversas.
En IGU, más allá de las estadísticas respecto a cuantas personas acceden o no a determinados servicios o plataformas operativas, al final siempre hay personas, con nombre y apellido. Tener esto presente, tras haber trabajado en muchos casos complejos y analizado e intermediado en fracasos casi inexplicables sobre el papel, nos hace recordar, en cada caso, que las infraestructuras no son nunca un fin en sí mismo, sino un instrumento para una eficaz y eficiente provisión de servicios a las personas, en beneficio de la comunidad de usuarios; y nos enseñaron a tener en cuenta a los afectados negativamente por su desarrollo, como una elemento imprescindible para la sostenibilidad de su éxito.
